martes, 26 de agosto de 2014

Carta a un extraño



No conozco tu voz, ni tampoco tu aroma, pero son espectros de la noche que me siguen, torturándome por descubrir quién eres tú. Te deseo como la noche desea la luz, y por su vaga y profunda naturaleza no puede tener por sí misma. Te deseo como se desea lo inexplicablemente imposible de obtener, y te deseo por lo que significa tu ausencia en mis momentos, no por lo que aparentas ser. Me exaspera lo que mi imaginación me brinda, la lluvia que azota mi ventana no se compara a lo empapada que estoy de tantas gotas llenas de esperanza, ilusión y amor.


¡NO! Amor no. Amor es una palabra que no se me permite decir, pues soy prisionera, tu prisionera. De una cárcel inventada por tus letras y supuestos sentimientos. Miedo, o tal vez ironía, de vez en cuando se me permite expresar.


¿Cuántas veces no quise sentirme libre estando atada a algo tan bello como lo que siento? ¿Cuántas veces no he querido descubrir lo que nadie se ha atrevido a desvelar?
Solo sé que eres mi espejismo, mi oasis en medio de un desierto vacío..., el cuál solo podría llenarse si tú te atreves a asomar.

Firma:
M.,M, tuya.




Derechos reservados © 2014, Vanessa Domínguez López

1 comentario:

  1. Sé lo que es eso, lo sé por cosas similares vividas, porque conozco tus historias y me tocan.Sabes como tocar con tus letras y eso no cualquiera. Sigue tocando, yo te seguiré leyendo

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