domingo, 7 de septiembre de 2014

Junto a ti

“Junto a ti”
Es ahora cuando me doy cuenta de los errores, de mi gran y profunda falta de valentía. Cada paso que no me animé a dar junto a ti ahora lo añoro, te añoro.

Las ganas de tenerte junto a mí me sofocan, las letras de las canciones que escucho cobran vida a través de mis lágrimas, pues representan todo aquello que quise decirte y no pude. Tal vez el orgullo se atravesó, tal vez mi inseguridad o mis miedos, lo más probable es que mi tristeza nublara el más hermoso paisaje que haya podido observar jamás… Tú.

Definitivamente no estoy para escribir cartas de amor, pero sí palabras de amor. Y no solo escribirlas, sino decirlas, gritarlas, declamarlas o en nuestro mejor instante, susurrártelas en el oído…
“Eres tú lo que más amo, cada parte de ti que conforma un todo y me apasiona. No hay parte de ti que no conozca y que no admire. Cada día a tu lado descubro algo que me encanta. Y aunque te conozco y admito tus errores, no puedo evitar pensar que sin ellos no serías ni la mitad de lo adorable que eres cuando los cometes y tratas de arreglarlos. Solo a tu manera”

¿Qué más puedo decir? Te conozco, y tanto es así, sé muy bien me extrañas también. No puedo ni quiero, ni mucho menos te culparé por esta ausencia que es de dos. Yo aquí, tan dispuesta a continuar mi camino, y sin embargo, sintiendo que tu ausencia me cala hasta los huesos. Tú allá, tal vez olvidándome, tal vez recordándome.

La cuestión es que no estás, no estoy. Y aunque te extrañe y me extrañes, ¿qué más podemos hacer? No vas a regresar, y aunque quiera, no puedo ir hasta ti… Nos separan pocos kilómetros que se sienten como toda una galaxia entera repleta de estrellas sin brillo ni candor.

Me parece que muy pronto ésta herida sanará, pues el dolor está muy latente aún, pero pasará. Lo sé. Y aunque lo sé, muy por dentro me niego a creer que esto esté siendo así. Juntos, nunca se me cruzó el pensamiento de estar tan lejos e indispuestos. Juntos no podía ser así.

¡Maldita sea, hubiera detenido las circunstancias que te adentraron tanto en mí! Sabía que era peligroso, pero tus ojos, mis ojos… se cruzaron y tambalearon. Se sintieron seguros, amados.

Te amo. Te amo con tanta entrega que duele. Quiero tenerte porque sé que te amo, porque te conozco. Me conoces. Y no hay, no existe, no puede existir una magia mayor que la de nuestros labios entreabriéndose y cerrándose en un éxtasis de amor de ve.
Te conozco. Te amo. Te quiero. Te extraño… Y añoro cada momento junto a ti.







Derechos reservados © 2014, Vanessa Domínguez López

                       

1 comentario:

  1. Me has dicho que te han preguntado con asombro que por qué escribes tan intenso siendo tan joven, y yo sé la respuesta: porque no vives por vivir, porque te gusta disfrutar y sentir, porque no retienes dejas fluir lo que vive tu alma. Pocas personas son así, pocas se arriesgan a sentir tanto

    ResponderEliminar