“Decirle adiós”
Por: Vanessa Domínguez López
¿Cómo
romper con ella? Siempre es lo mismo. Cuando entro en una etapa difícil, ella
no me la hace amena o mínimo, más fácil. Últimamente me siento desganada,
triste, con poca inspiración para crear ambiente.
Es
cierto, ella siempre está ahí, no me abandona, es parte de mi vida. No la
culpo, y de hecho, ella le da esa credibilidad a mis fantasías, a mis sueños y
locuras, pues esa pizca de sencilla realidad es la que me hace asentar los pies
sobre la tierra cuando vuelo a horizontes imposibles de alcanzar, en un avión
que se pueda quedar sin combustible, a mitad de camino. Sí, vivo en cierta
forma feliz e infeliz a la vez, por culpa suya.
¿Qué hago? Es una decisión difícil, más que nada porque
no sé cómo hacerlo. Necesito volar, pues siento que dentro de esos límites que
ella misma me pone, hay mucha energía y originalidad, no es justo que me frene
solo porque ella me obligue a hacerlo. Sin embargo, a veces ella misma me da
tanta comodidad que es extraño desapegarnos. Al inicio resiento tanto su
ausencia, que caigo en la tentación de ir y buscarla de nuevo. Muchas veces nos
hemos distanciado, y todo ha sido culpa suya pues me absorbe demasiado, toda mi
atención y mis ganas, mi voluntad. A veces no sé si estamos juntas por gusto o
por necesidad, pero de unos días a acá, siento la urgencia de ponerle un alto a
aquello que nos une.
Pienso en cómo demostrarle que ya no la necesito, que ya
estuvo demasiado tiempo presente en mi vida, y que es hora de tomar diferentes
caminos. Hablar con ella es, como si tomara un espejo y conversara conmigo
misma, pues ella es tan íntima mía, que es difícil desligarla de mi ser. He ahí
el por qué no he podido hacerlo, el por qué no he podido terminar nuestra
relación.
Como persona que escribe, es cierto que en demasiadas ocasiones voy
a necesitar tiempo, pero tiempo a solas. Ella no entiende eso, cree que cuando
digo “tiempo”, me refiero a un tiempo en que lo pasemos juntas. ¡No!, ese
momento lo necesito para mí, para descifrar los códigos internos que me obligan
a teclear. ¡Ella es la que me impide escribir, ella es la que me bloquea con
sus diarios problemas cuando me enfrento ante una hoja en blanco!
Es por eso, y por tantas razones, motivos y
circunstancias más, que el día de hoy, he decidido… decirle adiós a la rutina.
Derechos reservados © 2014, Vanessa Domínguez López
No hay comentarios:
Publicar un comentario